Papá, quiero ser futbolísta

Beatriz es una niña que decidió cambiar la gimnasia artística por el fútbol, con tan solo 13 años. Sus padres, sorprendidos por la decisión, decidieron apoyarla siempre que esta nueva afición no afectara negativamente a su rendimiento académico. Pronto descubrieron que las cualidades innatas de "la zurdita", la hacían destacar por encima del resto de sus compañeras.
A pesar de la fama y los elogios recibidos tras ser seleccionada para jugar con la selección española, la chica trató de mantener los pies sobre la tierra en todo momento, mostrándose cercana a su familia y amigos.
Es difícil entender la historia de Bea sin la figura de Jacinto, un vecino que reside en la misma comunidad y del cual es inseparable. Juntos viven una entrañable historia de superación y amistad.